Terapeuta Gestalt y Somatic Experiencing
Barcelona y online

Puede que no sepas ponerlo en palabras
Sabes que no vas bien,
te sientes en conflicto con todo.
De fondo, ese cansancio antiguo que sigue ahí.
Por más que lo intentes, no consigues vivirlo de otra manera.
La vida se ha puesto cuesta arriba:
enfermedades, pérdidas, cambios…
O quizás estés con algo no te atrevas a nombrar.
Si es difícil de decir,
mis palabras pueden ser un puente hacia las tuyas.
Puede que necesites respuestas
Y no sepas cómo encontrarlas.
Las buscaremos juntas.
Te ofrezco un espacio donde parar,
respirar, expresarte, explorar, entender,
crear, elaborar, reír, llorar, patalear, bailar,
pensar, ensayar, descubrir, aprender…
Un espacio donde encontrar recursos para sentirte mejor
y no estar a solas con lo que te pasa.

Trabajo con el cuerpo, la palabra, la emoción y el juego
Con lo que podemos nombrar y con lo que no.
Con las necesidades que quieren salir y con los bloqueos que se lo impiden.
Sabiendo que, si aprenden a dialogar, encuentran nuevas formas de relacionarse.
Trabajo con lo que duele y con lo que empieza a sanar cuando se expresa.
Cada proceso es distinto.
Y en el centro, siempre, nuestra humanidad compartida.

Soy Anna,
Terapeuta, trabajadora social clínica y mujer.
Acompañar es mi oficio y mi pasión.
Mi manera: la calma, la presencia, la escucha y la risa.
Estas son sus palabras
relacionadas al apego, ganar confianza en mí mismo, mejorar la autopercepción
de mis emociones y ser más consciente de lo que me pasaba.
Tengo que decir que el trabajo con Anna me ayudó muchísimo, consiguiendo resultados positivos más allá de los objetivos que yo tenía al comenzar la terapia.
Sin duda su acompañamiento fue fundamental para sentirme mejor
conmigo mismo y desbloquear muchos temas que me tenían trabado.
Trabajar con Anna ha sido una bocanada de aire fresco.
Ella logra incorporar distintas dinámicas a la terapia que ayudan
a ver las cosas desde muchos puntos de vista, lo que me permitió adoptar
nuevas perspectivas al análisis de distintas situaciones.
Su interés por conectar el cuerpo y la mente, a través
de la escucha activa y sensible, han sido claves en los cambios que conseguí.
Como paciente, destaco principalmente que la metodología usada
permite incorporar una gran variedad de herramientas
para afrontar las situaciones que me resultaban conflictivas.
Además, pude participar de distintos espacios de terapia grupal
que han sido muy importantes y de gran ayuda para mi.
Al inicio pensaba que sólo tenía que resolver temas urgentes,
como la gestión del dolor y aprender a poner límites,
pero con ella he descubierto patrones y creencias que arrastraba desde hace tiempo.
Las sesiones con Anna sido un espacio seguro y tranquilo
donde me he sentido muy bien acompañada gracias a su calidez humana
y a su enfoque más holístico, que integra cuerpo y emociones.
Todavía no estoy al final del camino, pero ahora me siento
mucho más consciente y fuerte para seguir avanzando.
¡Muchas gracias, Anna!
Me ha ayudado conectar conmigo, sobretodo con mis emociones, miedos
y sensaciones del cuerpo, a ponerles palabras y a transitarlas.
Después de mi proceso terapéutico me siento mucho más consciente, empoderada
y con la sensación de haber aprendido a cuidarme con respeto y amor.
Anna ha sido para mí un espacio muy seguro, sin juicio,
donde me he sentido muy escuchada desde el amor
y de donde me encuentro donde me llevo muchísimas herramientas y recursos.
Me encanta como me ha acompañado desde la paciencia y sin ninguna prisa,
dándome mucho espacio para dejarme sentir y proponiéndome con mucho respeto multitud de recursos para enfrentar distintas situaciones.
¡Gracias, Anna!
y su manera de acompañarme en una práctica ya entonces me llamó la atención.
Tiempo después, acudí a ella en un momento en el que me sentía rota.
Su sillón, sus plantas y, como no, su presencia, se convirtieron durante meses en mi refugio. Tras casi un año de sesiones, fuimos abordando los temas y objetivos
(que yo misma me planteé) con delicadeza, sin presiones, pero sin detenernos.
Poco a poco, fuimos transitando por todos ellos, y hoy me encuentro
justo en ese lugar que tantas veces imaginé desde su sofá.
Lo que comenzó como un refugio se transformó en una base segura.
Desde ahí, empecé a tomar decisiones, a confiar en mí, a avanzar y todo empezó a fluir. Hablé, lloré, me ayudó a ver las cosas de una manera muy diferente,
que me dieron paz, recoloque y acepté.
Me marcó especialmente la forma en que me validaba y me animaba,
sin empujar, a hacer lo que realmente necesitaba.
Sus preguntas eran necesarias.
Aún recuerdo nuestros “choca esos cinco”, esa sensación de formar un equipo.
Las actividades como la carta al futuro o la caja de arena fueron poderosas;
todavía conservo muy vivas esas imágenes, que me siguen guiando.
Estoy profundamente agradecida a Anna.
La recomiendo con todo mi corazón.
para vivir en armonía conmigo.
ACEPTACIÓN de quien soy y de mis vivencias.
Una oportunidad para mirar con detención y cuidar de mis heridas,
para convertirlas, con el tiempo, en experiencias enriquecedoras que me permiten
leer los diferentes capítulos de mi vida como si fuera un gran libro emocionante,
donde a veces se asoma dolor y tristeza y otras veces
satisfacción de ser quien soy y del camino recorrido.
Un libro que puedo leer una y otra vez sin sentir peso, sino transformación,
crecimiento emocional y cuidado.
Un libro al que siempre se pueden añadir páginas y páginas de experiencias,
emociones y formas diferentes de ver las cosas para sentir Amor propio
y sentirme afortunado de haber tenido el valor de empezar este camino de sanación acompañado de una gran persona como tu. ¡Gracias Anna!
Siempre me ha encantado tu calma, tu mirada profunda y respectuosa,
tu forma suave y inmersiva de acompañarme, siendo yo mismo el guía,
hasta los rincones más escondidos y dolorosos de mi ser. Tu sonrisa y complicidad.
Tu límite sano y necesario entre paciente y terapeuta.
Estaba perdida sin entender qué pasaba y gracias a tu acompañamiento
he podido identificar, entender y dar lugar a mis emociones.
Me has ayudado a reconectar conmigo misma y empezar a andar de nuevo
desde un lugar más seguro, sereno y consciente.
Ha sido un acompañamiento cercano, atento y delicado.
Me has hecho sentir segura desde el primer día, entendiendo que necesitaba
en cada momento y respetando mi ritmo.
Con intuición, has sabido leerme más allá de las palabras y ofrecerme
los recursos que me han ayudado a expresar eso que hasta entonces
no sabía cómo sacar de mí.
Una mirada que escucha y palabras que abrazan.
han sido nutritivas, y me han facilitado momentos de pausa e introspección.
Me han ayudado a poner en el cuerpo mis emociones, sentimientos
e incluso pensamientos, aportándome serenidad y presencia.
Encontré respeto, me sentí acogida, y esto me permitió expresarme en libertad;
espacios íntimos y amorosos, hacia el grupo, y especialmente hacia mí misma.
Gracias
donde pude abrirme y compartir experiencias.
A través del cuerpo, la pintura y la danza, conecté con emociones
y pensamientos profundos, lo que me resultó liberador.
Esta experiencia me ayudó a fortalecer la conexión conmigo misma
y a aprender a escuchar a las demás desde el sentir.
En medio de un mal momento con mi círculo de amigas,
estas reuniones me ofrecieron apoyo y un sentido de comunidad.
Acompañamiento en procesos vitales y de desarrollo
Intervención gestáltica, sistèmica y somatic experiencing
Sesiones presenciales y online
Terapia individual, grupal y de pareja
Estoy aquí para escucharte